¿Has oído hablar de las llamadas habilidades blandas o soft skills? Si estás buscando trabajo, es muy recomendable que te vayas familiarizando con este término.
Y es que las soft skills son competencias muy bien valoradas en el mercado laboral, y cada vez más compañías buscan trabajadores que, además de contar con los conocimientos técnicos necesarios para un determinado puesto, dispongan también de estas competencias más enfocadas a la gestión de emociones.
Flexibilidad, gestión del tiempo, inteligencia emocional… En este post te explicamos a fondo qué son las habilidades blandas y cómo puedes adquirirlas para convertirte en ese profesional que las empresas están demandando.
¿Qué son las soft skills?
Llamamos soft skills o habilidades blandas al conjunto de habilidades interpersonales, emocionales y de comunicación que influyen en la manera en que las personas interactúan con los demás y afrontan situaciones en el entorno laboral y personal.
A diferencia de las hard skills (habilidades técnicas o conocimientos específicos adquiridos), las soft skills están más relacionadas con la inteligencia emocional, el liderazgo y la capacidad de adaptación de las personas.
¿Cuáles son habilidades blandas o soft skills más demandadas?
Como decíamos al principio del post, en el entorno laboral actual, las soft skills son tan importantes como las habilidades técnicas, o incluso más.
Ahora, la mayoría de las empresas buscan candidatos con habilidades blandas bien desarrolladas, porque facilitan el trabajo en equipo, mejoran la productividad y fomentan un ambiente laboral positivo.
Además, estas habilidades son clave para el liderazgo, la gestión de conflictos y el crecimiento profesional. ¿Pero cuáles son las soft skills más demandadas actualmente?
Vamos a verlo:
Trabajo en equipo
Probablemente una de las habilidades más necesarias para trabajar en una empresa sea esta: tu capacidad de trabajo en equipo. En otras palabras, es fundamental que sepas colaborar con otros de forma eficaz para alcanzar objetivos comunes.
Para ello, debes tener empatía y saber escuchar al resto, además de aportarles nuevas ideas y esforzarte por resolver cualquier conflicto que pueda surgir de cara a lograr vuestras metas.
Comunicación
Otro de los ejemplos de soft skills mejor valoradas es la capacidad comunicativa de una persona. Cualquier trabajador debería saber expresar con claridad las ideas que tiene en mente, independientemente del público al que vaya a contárselas.
Si aprendes a comunicar lo que piensas y lo que sientes de tal forma que los demás puedan comprenderte, la colaboración con ellos será mucho más fácil y sencilla. Además, habrá menos disputas y la relación con tus compañeros de trabajo será positiva.
Liderazgo
De poco sirve saber expresar ideas y pensamientos si estos no influyen en tu receptor, ¿no te parece? Por eso una soft skill muy popular es la capacidad de liderazgo, es decir, tus dotes para influir, motivar y guiar a un público determinado.
Tener perfil de líder es disponer de muchas habilidades blandas al mismo tiempo, como comunicación, empatía y resolución de problemas, entre otras.
Gestión del tiempo
También es importante gestionar bien tu tiempo. De hecho, es la mejor forma de garantizar tu productividad. Si sabes organizar como es debido todas tus tareas y establecer prioridades, vas a optimizar tu rendimiento.
Esta soft skill es la denominada gestión del tiempo, y resulta realmente valiosa en cualquier tipo de compañía, independientemente de su sector.
Resolución de problemas
Además de gestionar correctamente tu tiempo, es importante que sepas cómo actuar correctamente cuando surge un problema. Un trabajador que tiene capacidad para analizar la situación con calma y encontrar una solución adecuada es muy apreciado por las empresas.
Al fin y al cabo, ese pensamiento crítico para la resolución de problemas es la mejor garantía de que vas a saber afrontar todos los retos que se te pongan por delante en el día a día tomando las mejores decisiones posibles.
Adaptabilidad
Existe también otro ejemplo de soft skill que va ligada a la resolución de problemas: la adaptabilidad. O, lo que es lo mismo, la capacidad para ajustarte a los cambios y hacer frente a nuevos desafíos con flexibilidad. ¡Es esencial!
Inteligencia emocional
Por último -pero no menos importante-, está la inteligencia emocional, una de las habilidades blandas más relevantes. Implica manejar las emociones de manera efectiva, tanto las ajenas como las propias.
Esta inteligencia emocional está muy relacionada con la empatía que, como ya sabrás, es la capacidad que tenemos para comprender y responder adecuadamente a las emociones de los demás.
Ambas son necesarias para construir relaciones humanas sólidas, basadas en el apoyo mutuo. Algo que, por supuesto, en el ámbito del trabajo resulta imprescindible.
¿Cómo mejorar tus soft skills?
Ahora que ya sabes qué son las habilidades blandas y has podido ver algunos ejemplos de soft skills, puede que te estés preguntando cómo puedes mejorar las tuyas, sobre todo de cara a encontrar un buen puesto de trabajo.
En Lacor Formación se nos ocurre una forma muy efectiva, y es estudiar alguno de nuestros cursos de soft skills especializados. Independientemente de cuál elijas, no va a ser el típico curso online de desarrollo de habilidades, sino una formación presencial en Zaragoza totalmente práctica.
Esto quiere decir que, mediante distintas simulaciones y ejercicios 100 prácticos, aprenderás a aplicar todas estas habilidades blandas en situaciones reales, de cara mejorar tu rendimiento profesional lo máximo posible. Con esta formación, vas a poder convertirte en el candidato cualificado que demandan todas las empresas.
El tiempo apremia, así que no esperes más para mejorar tus soft skills. ¡En Lacor Formación te recibiremos con los brazos abiertos! Y si necesitas más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.